La educación en ética y su transversalidad  con la cátedra de la paz posee una importante relación trascendental del mismo ser humano no solo por la búsqueda de la perfección de sus costumbre morales, sino por alcanzar su ideal de paz individual y social.

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Educar al ser humano para la paz, es educarlo en valores y éste sería su realización de un verdadero "proyecto de vida". Con la anterior afirmación, la ética podemos reconocerla como una verdadera ciencia práctica.

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Mi invitación apreciado/a estudiante es ver en el área una oportunidad de adquirir mayor conocimientos por los conceptos axiológicos, su práxis en promover la convivencia y la paz, la participación por una democracia y lo más importante; el respeto hacia los demás desde la pluralidad, la identidad y la valoración de las diferencias promovidos por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución política de Colombia.